¿Cómo motivar la creatividad en la composición?
Hace poco leí en The Gospel Coalition que “se necesita recuperar el arte, porque este es un signo vital de la iglesia”. Me llamó mucho la atención ese artículo, porque muchas veces cometemos el error de juzgar a las personas creativas de nuestra congregación pues consideramos que están “muy voladas”, y no recordamos que “toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17).
Es precisamente por esa actitud de juicio y de señalamiento que varios cristianos –voy a hablar principalmente de los músicos– no se permiten tener momentos de creatividad para el Señor, por miedo a ser “demasiado artistas”. Quiero aclarar que cuando hablo de "artista" me refiero al que hace arte, más no al que se vanagloria de eso.
Es por ello que, si sientes en tu coazón hacer un salmo para el Señor, pero no sabes cómo comenzar, puedes aplicar los siguientes tips y ver si te funcionan. No hay una fórmula única, porque el Señor no tiene esquemas, pero a mí me han funcionado:
Mantén siempre tu grabadora a la mano: Muchas de las ideas que nos da el Señor surgen en momentos en los que no tenemos cómo sacar lápiz y papel. El autobús, el metro y la calle son escenarios muy comunes en los que esto puede suceder. Si te llega a pasar, no sientas temor ni vergüenza de sacar tu grabadora para guardar el cántico que Dios te acaba de dar. Por algo te lo dio en ese momento. Además, pudiera suceder que al llegar a tu casa ya no recuerdes la canción.
Confirma con la biblia: Está bien que seamos auténticos y le demos libertad a nuestra creatividad, pero considero que todo debe ser filtrado por la biblia. De hecho, muchas canciones pueden surgir cuando estás en tu momento devocional, y eso es grandioso, porque tu inspiración viene directamente del momento en el que estás leyendo el manual de vida que Dios nos dejó.
Sé auténtico: Si revisas la historia de cada gran hombre de la biblia, podrás darte cuenta de que todos ellos fueron completamente únicos –hasta irreverentes– en su sociedad. Dios te hizo auténtico, y por eso tiene un diseño especial para ti. En la medida en que busques de manera insaciable su presencia, Él te irá revelando sus planes divinos.
No tengas miedo de compartir tu talento: Si revisamos la historia de David, podemos ver que los salmos que él compuso surgieron en sus momentos de intimidad con el Padre. Pero él no se limitaba a eso, sino que se los daba al director de coro para que se los enseñara al pueblo. Por esa razón, no te sientas temeroso por mostrarle a los hermanos de tu congregación lo que Dios te ha dado. De hecho, esto es muy delicado, porque el Señor puede querer decirle algo al pueblo a través de la canción que te dio, y ese mensaje no puede llegar porque tú no lo compartes. Ten eso presente.
Vuelvo y repito, a Dios le gusta romper los esquemas. Por eso mi interés no es que saques una fórmula de lo que acabo de compartir. Pruébalo y ve si te funciona. Si quieres agregar algo a esta lista, compártelo con libertad. Muchísimas bendiciones para ti.
